jueves, 17 de enero de 2013

entre el nacer y el morir está la vida

Nací en un mundo y llegué llorando, en él  la sociedad te decía crece pero te ponía techo.
Nací en un lugar dónde lo más importante era el dinero y yo lo odiaba y lo necesitaba y a su vez veía cómo ricos, sin corazón, se subían encima del pobre, con corazón, para parecer más altos.
Nací en un planeta, dónde al levantarme todos los días parecían iguales y nuestros ídolos únicamente sabían marcar goles.
Nací en una humanidad repleta de racismo y rivalidad; su mejor instrumento no eran las palabras si no las armas.

Morí en un mundo del que me fui riendo; estaba lleno de barreras pero con la experiencia aprendí a romperlas.
Morí en un lugar dónde los pobres eran los que sólo tenían dinero.
Morí en un planeta, dónde existía la personalidad y cada hombre podía decir sus ideas, es decir, mostrar su propia identidad.
Morí en una humanidad llena de sabios que sabían sacar a fuera lo que llevaban dentro.

         Suerte que soñar es gratis y es algo que ni el dinero ni la sociedad me podrán quitar .-Ari






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