domingo, 17 de febrero de 2013

un soliloquio más

Contigo me toco ir de la mano, amada mía que tu siempre me acompañas incluso cuando estoy
en frente de la televisión, de la radio o en el colegio. Sin ti la vida sería demasiado pobre, pues los
que no te tienen porque se dejan influir actuando cómo marionetas de la sociedad, no tienen feli-
cidad ya que la tiraron al lodo al no lograr caminar a tu lado.

Sí libertad de tí estoy hablando, aunque muchos crean lo contrario no todo ser humano te posee,
pobres personas las que no te tienen pero lo han elegido ellas mismas al hacerse esclavos de ideas
demasiado realistas.

Es la libertad la cuna de nuestra imaginación, malditos bastardos los que la arrebatan a su
propio pueblo para poder dominarles pero esos bastardos no cuentan con que la libertad de algunos
es superior a la estupidez del mundo.

Un hombre nace con libertad, pero esa libertad se destruye cuando el mismo hombre se la impide.


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